El Gas Licuado de Petróleo (GLP), tiene su origen entre el año 1900 y 1912 en Estados Unidos, al comprobarse que la gasolina natural sin refinar tendía a evaporarse debido a la presencia de materiales inestables en el combustible. Estos elementos se evaporaban a presión atmosférica y no podían ser obtenidos en estado líquido. Como estos gases eran altamente inflamables y no tenían utilidad práctica, se perdían en la atmósfera o se quemaban. En 1911, el químico norteamericano Walter Snelling demostró que la evaporación se debía al propano y butano presentes en la gasolina, por lo que desarrolló un método para separar estos gases. Es así que a partir de los procesos de refinación del petróleo se obtiene gasolina, diésel, queroseno, nafta y GLP. Este último es la mezcla de propano y el butano, dos hidrocarburos existentes en el aceite.
El propano y butano son gases que si se someten a presiones moderadamente bajas o refrigeración, se licúan, es decir, pasan a estado líquido. Es por esta razón que el GLP se transporta y almacena como un líquido pero se usa como gas.
Ya que estos gases son inoloros, se mezclan con una sustancia caracterizada por un aroma a gas de cocinar como medida de seguridad en caso de fuga. Se diferencia del gas natural, ya que éste se encuentra directamente en yacimientos de petróleo, yacimientos independientes de gas o se obtiene por descomposición de restos orgánicos.Asimismo, el compuesto principal del gas natural es el metano. Sin embargo, el GLP se puede obtener también del gas natural a través de plantas de tratamiento donde ingresa el gas natural “húmedo” y se obtiene gas natural seco y líquidos del gas natural, entre los que está el propano y el butano.
El GLP es un combustible más amigable con el medio ambiente en comparación con los combustibles tradicionales, ya que cuando se quema produce la emisión más limpia de todos los productos a base de aceite. Además, no es tóxico, venenoso ni contamina el suelo o el agua, lo que rompe el paradigma de que el desarrollo energético perjudica los procesos relacionados con el almacenamiento y el manejo de agua potable y con los procesos agrícolas.
Entre otras características del GLP se encuentra que tiene el rango de inflamabilidad más bajo de todos los combustibles alternativos, lo anterior significa un avance exponencial en materia de seguridad en caso de presentarse un accidente. Complementariamente, el GLP tiene una alta gama de aplicaciones: calefacción, cocina, producción de agua caliente, cocina industrial, agrícola y carburantes para la automoción.
Texto tomado de: (Colfecar Estudios Económicos GAS LICUADO DE PETRÓLEO: ¿UNA OPCIÓN DE COMBUSTIBLE PARA EL TRANSPORTADOR DE CARGA POR CARRETERA? , 2014)